Mérida, Yucatán | 8 de octubre de 2025.– Cada 8 de octubre se celebra el Día del Teatro Latinoamericano, una fecha impulsada por el Centro Latinoamericano de Creación e Investigación Teatral (CELCIT) con el apoyo de cientos de organizaciones iberoamericanas.
Año con año el CELCIT selecciona a alguna figura relevante en las artes escénicas latinoamericanas para escribir y difundir el mensaje a propósito de la efeméride.
Este 2025, la dramaturga, actriz y docente Raquel Araujo, orgullo yucateco, fue elegida para redactar el mensaje oficial de la efeméride, representando la pasión y el compromiso de quienes hacen vibrar los escenarios de nuestro continente.
En su mensaje, Araujo evoca la fuerza del teatro latinoamericano:
“Debajo de nuestra tierra pulsan ríos de sangre que hierve y emerge como lava, como palabra florida en cuerpos ardientes. La escena desaparece apenas se crea… Está latiendo el teatro latinoamericano.”
La autora resalta cómo el teatro en América Latina es un acto colectivo que conecta con la naturaleza, los mitos y las comunidades. Es resistencia y celebración, fuego que renace desde lo ancestral hasta las expresiones contemporáneas.
También reflexiona sobre los retos actuales —la violencia, la devastación ambiental y la falta de apoyo cultural— y llama a “parar y arder en presente”, reconectando con nuestras raíces para crear un teatro vivo, potente y propio, sin necesidad de imitar modelos externos.
“Los teatristas latinoamericanos, donde sea que nuestro quehacer se realiza, nos levantamos cada día con el ensayo previsto, la incansable búsqueda de recursos para la temporada, la gira, el festival; y en movimiento perpetuo, sin cesar, sin claudicar mantenemos a la compañía, el grupo, la organización grande o pequeña, en familia, sin familia, con abuelos, infancias y juventudes. Hacemos teatro por la paz, por la justicia, por las ideas, por la belleza, por la crueldad, por el gozo de la palabra y el cuerpo, por el encuentro”.
Con estas palabras, Raquel Araujo honra el legado de las artes escénicas latinoamericanas y celebra su papel como espejo, refugio y motor cultural. (Omar García)







