Mérida atraviesa una de las olas de calor más intensas de los últimos años, con temperaturas que desde muy temprano superan los 30 °C y sensaciones térmicas cercanas a los 40 °C. En este contexto, corredores, ciclistas y triatletas comienzan sus entrenamientos y competencias antes de las 6 de la mañana, en un intento por ganarle al sol. Sin embargo, el riesgo de golpe de calor persiste y se intensifica, poniendo en jaque el rendimiento, la salud e incluso la seguridad de quienes practican deporte en exteriores.
Fernando Estrada Novelo, técnico en urgencias médicas, platicó con Kóra 180 sobre porqué estas condiciones son tan peligrosas, cómo reconocer los síntomas de alarma y qué estrategias puedes adoptar para entrenar con inteligencia sin comprometer tu cuerpo.
¿Por qué es tan peligroso un golpe de calor?
Porque cuando la temperatura corporal se eleva por encima de los 39.4°C, el organismo entra en una zona crítica donde puede fallar rápidamente. Debemos verlo como una urgencia médica real que requiere atención inmediata.
¿Cómo reconocerlo?
Además de la temperatura corporal alta se puede presentar piel enrojecida, pulso rápido, dolor de cabeza palpitante, mareos e incluso náuseas. En algunos casos puede presentarse confusión o pérdida de conciencia.
Ahora bien, si tu o alguien de tu equipo sufre un golpe de calor lo primero es actuar rápido para enfriar el cuerpo de la persona afectada. Se debe llamar a emergencias (marcar el 911) y, mientras tanto, trasladar a la persona a un lugar fresco, ventilado y con sombra, si es posible con aire acondicionado.
Después enfocarse en enfriar el cuerpo ya sea con un baño o ducha fresca o bien rociar el cuerpo usando una manguera de jardín o una esponja, colocar compresas de hielo o toallas húmedas frías en el cuello, axilas y la ingle.
Si la persona está consciente, ofrecer agua fresca, una bebida deportiva con electrolitos o cualquier otra bebida sin alcohol ni cafeína.
Mantener una vigilancia constante de la persona hasta que llegue la ayuda médica.
Es importante tomar en cuenta no enfriar demasiado a la persona. Cuando la temperatura corporal se reduzca a un nivel normal, detener el enfriamiento. Tampoco dar alimentos o bebidas a la persona si tiene vómitos, convulsiones o parece desorientada.
¿Alguna recomendación para las personas que entrenan al aire libre?
Hidratarse constantemente, incluso si no tienes sed; cuidar los horarios de entrenamiento en exterior; no consumir bebidas energizantes durante el ejercicio; usar ropa ligera, protector solar pero sobre todo escucha a tu cuerpo y detente ante cualquier síntoma.
Por todo esto, en un clima extremo como el de Mérida, no basta con hidratarse y madrugar: es crucial que tu equipo esté preparado para actuar ante una emergencia. Saber identificar un golpe de calor puede marcar la diferencia. Si quieres más información sobre cursos de primeros auxilios enfocados a deportistas manda un correo a contacto@kora180.mx (Alicia Martínez)
