El último en pie: la promesa que llevó a Jorge Tovilla a la victoria

Progreso, Yucatán | 7 de septiembre de 2025.- En el malecón de Progreso, bajo un sol que parecía no dar tregua, ciento veinte corredores se reunieron para poner a prueba cuerpo y mente en el Backyard del Meteorito, una carrera de resistencia donde solo gana el último en pie. Entre ellos estaba un chiapaneco de 40 años, Jorge Daniel Tovilla Pérez, un hombre que apenas el año pasado se aventuró en largas distancias, había participado en Huatulco y recientemente en Campeche donde se llevó la victoria luego de 174.2 km.

Este formato de competencia impone reglas implacables: cada hora se debe completar un circuito de 6.7 kilómetros. Diez minutos para descansar y después continuar hasta que todos los demás queden en el camino.

Poco a poco fueron cayendo nombres fuertes que intentaron resistir: Félix Hernández Juárez, el inglés Dominic Francis Busher y César “Pinky” López.

La última mujer en el circuito fue Elizabeth López Villanueva, quien se detuvo en la vuelta trece con los primeros rayos del sol, convirtiéndose con orgullo en Lady Blackyard.

La lista de competidores que abandonaban la competencia crecía con el paso de las horas, pero Tovilla corría con calma y decisión. Cuando le pregunté en la vuelta 23 qué lo motivaba a seguir en la batalla, respondió con una sola palabra: una promesa.

Con más de 24 horas acumuladas, el duelo quedó reducido a dos hombres. Frente a Tovilla se alzaba la figura imponente de Alejandro Hernández Muñoz, ultramaratonista de Coatzacoalcos, 38 años, con más de 50 ultras en el cuerpo y seleccionado nacional en 2024 para el Mundial de Backyard. Llegaba como el favorito a esta competencia.

La vuelta 25 comenzó como las anteriores: un apretón de manos y la arena tibia de Progreso recibiendo sus pasos. Pero apenas iniciado el circuito, Hernández se detuvo. El público y algunos bañistas curiosos que observaban la competencia lo animaba a continuar, pero él bajó la cabeza y admitió: “No más, no estoy al cien del estómago”. El favorito se retiraba.

Sin saberlo, Tovilla corría ya la vuelta del triunfo. 40 minutos después, a unos metros de la meta, un fotógrafo le gritó “¡campeón!” y entonces comprendió que lo había logrado. Su esposa y una pequeña porra lo recibieron entre vítores. Aceleró el paso, cruzó la línea simbólica, y se convirtió así en el último en pie.

En la premiación, con la voz entrecortada, reveló la razón de su promesa: “Esto va por Rex”, dijo. Su perro, compañero inseparable de entrenamientos, había muerto recientemente durante una sesión de carrera. “Aún no entiendo por qué… él amaba correr. Esta victoria es para él”.

La competencia inició el sábado al atardecer. 120 corredores de Yucatán, Campeche, Veracruz y Quintana Roo se dieron cita para participar en el formato Backyard y también se contó con la distancia de 21 kilómetros y relevos. En los 21 kilómetros los ganadores fueron Rosalba Mex Mex (1:47:59) y Mario Hernández Acosta (1:58:23).

El Backyard del Meteorito, creado por Lázarus Lake en 1986, cerró así su segunda edición en Progreso, con un campeón inesperado y una historia que trasciende la resistencia física. (Alicia Martínez)

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